La dinámica a la baja de las ventas de vivienda siguió pronunciando en julio con 8.571 unidades comercializadas, mientras que en el mismo mes del periodo anterior se vendieron 18.819, es decir, cayó el 54,4 por ciento.
En la Vivienda de Interés Social (VIS) la situación es aún más preocupante, pues la caída es del 61,6 por ciento. En el año corrido, las ventas ya tienen una baja de más del 51 por ciento, según las últimas cifras de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol).
Vale recordar que en el año 2022 se vendieron más de 200.000 unidades, y con todo el revuelo que se ha presentado en el sector, la expectativa descendió a apenas 90.000.
«En la VIS pasamos de vender 112.700 a 55.000 unidades este año, es decir, que se dejaron de invertir 14 billones de pesos por parte de los hogares colombianos», dijo Guillermo Herrera, presidente de Camacol.
Además, reconoció que «la situación no mejorará en julio de 2023 comparándolo con el mismo mes del año anterior. Lo que vemos es un comportamiento negativo en todos los indicadores».
En iniciaciones, Camacol evidenció una caída de 37,2 por ciento, con 9.014 unidades que empezaron sus obras, frente a 14.361 en 2022. La dinámica bajista se evidenció, sobre todo, en el segmento VIS con una caída de 41,8 por ciento que representan 6.179 unidades frente a 10.613 un año atrás.
Así mismo, los lanzamientos descendieron 59,9 por ciento, una baja de más de la mitad frente al mismo mes de 2022. Esta situación pone en alerta al sector que le preocupa la oferta disponible que habrá para años futuros, lo que afectaría a compradores y constructoras.
«Los lanzamientos de VIS caen un 76,3 por ciento, una situación preocupante. Solo se lanzaron 2.441 unidades en julio de este año», señaló Herrera. Esto podría representar en el futuro una baja oferta de VIS en el mercado. Desde que es lanzado un proyecto, tomó tres años en finalizar sus etapas, es decir, que los efectos de estas bajas se evidenciaron hacia el 2026.
Ante esta situación, Herrera asegura que se ha hablado con el Gobierno y se reunirá la próxima semana con el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, para conversar sobre el ‘plan contracíclico’ en materia de vivienda y evitar más estragos en el sector.
«Aquí, más allá de la operación del programa Mi Casa Ya, con los trámites con el Sisbén y los demás cambios que sufrió el programa, hay una preocupación sobre el balance presupuestal que requiere este sector», dijo el líder gremial.
Y aunque el Ministerio de Vivienda ha dicho que se van a desembolsar 75.000 subsidios, y efectivamente tienen los recursos para darlos, para desembolsarlos hay que tener la cobertura a la tasa Frech y a hoy solo hay 52.000 coberturas, según Camacol.
Entre tanto, la ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio, Catalina Velasco, pidió a las constructoras cobrar los subsidios de Mi Casa Ya que siguen pendientes.
«La reactivación económica es tarea de todos”, dijo la ministra en su cuenta de X (antes Twitter). Agregó que hay 22.923 subsidios de Mi Casa Ya asignados, por casi 665.000 millones de pesos, que las constructoras no han cobrado. «Por favor, agilicen su gestión. Estos recursos impulsan sus empresas y la economía», agregó en un post por la red social.
Ante esto, el presidente de Camacol aseguró que el proceso ante la ley les da un plazo de hasta 12 meses para cobrarlo, además que no es un trámite rápido. Así mismo, que si bien hay más de 22.000 subsidios que no se han cobrado, y hay algunos pocos de hace algunos años sin cobrarse, la mayoría son del 2023 (18.339). «Ese tiempo se da porque para poder solicitar un desembolso se necesitan ejecutar varios procesos», explicó Herrera.