El 2023 no está siendo un buen año para el sector de la construcción, tras una recuperación poscuarentena favorable que dibujó un panorama alentador.
El sector de la construcción en Colombia ha tenido números rojos en lo corrido de este 2023, un escenario desfavorable para la economía nacional, teniendo en cuenta que esta actividad jalona más de 10 subsectores, afectando tanto la producción en general como el empleo.
La construcción fue el primer sector en retomar sus actividades en plena pandemia, lo que parecía que le había dado el impulso necesario para recuperarse después del frenazo por la cuarentena debido a la Covid-19 e incluso tener ventaja sobre otros sectores económicos, como el turismo en el que el despertar ha sido más lento.
Sin embargo, desde comienzos de este año empezó a ser evidente que el crecimiento de la construcción se desaceleró, pues el Dane reveló que aunque el PIB creció en el primer semestre, este sector cayó en 3,1% y en marzo, la venta de vivienda se redujo en el 61%, de acuerdo con cifras de Minvivienda. Además, Camacol informó que la contracción del segmento durante el primer semestre fue de 53%.
¿Pero qué es lo que ha pausado el crecimiento de la construcción colombiana? Recopilamos algunas de las razones a las que apuntan los expertos:
Altas tasas de interés por la inflación
El aumento en las tasas de interés en los créditos bancarios, como estrategia para desacelerar la inflación está directamente relacionado con la caída de las ventas de viviendas, ya que se convierte en un factor decisivo para las familias que planean financiar la compra de su casa y postergan este proyecto para cuando haya un mejor escenario económico.
“Para el segundo semestre de 2024, las tasas hipotecarias podrían volver a niveles promedio. De esta manera, los hogares que hoy compren sobre planos se benefician de mejores tasas al momento de la entrega de su vivienda”, declaró el presidente de Camacol.
Incertidumbre política
El cambio de Gobierno y el que este sea un año electoral también es un factor que incide en la decisión tanto de los interesados en comprar vivienda como de los inversionistas, según los expertos, pues esperan que avancen ciertos asuntos relacionados con las políticas económicas a fin de concretar qué paso seguir con relación a adquirir un inmueble o invertir en un proyecto inmobiliario.
Demoras en la transición de los subsidios
Un factor crucial que destaca el gremio de la construcción en medio de la coyuntura actual es la demora en la transición de los programas de vivienda en el gobierno de Gustavo Petro. Hasta diciembre pasado se entregaron las ayudas para viviendas que se contemplaron en la administración de Iván Duque y no fue hasta abril de este año que se establecieron las nuevas condiciones y se reactivaron las subvenciones de programas como ‘Mi casa ya’. En mayo se reanudó el subsidio a la tasa de interés de los créditos hipotecarios.
Reducción de obras civiles
Aunque no está relacionado directamente con el sector edificador, la reducción de las obras civiles, en su mayoría aquellas denominadas como de cuarta generación (4G), también influye en la caída de los números del sector.
Esto porque al terminarse el gobierno anterior, se entregaron la mayoría de obras pendientes y se requiere de tiempo para que la nueva administración defina y ponga en marcha su política en cuanto a obras públicas. En este caso, es un escenario natural.
Si bien, la mayoría de megaobras pendientes no se entregaron en diciembre pasado, con el cierre de 2022, sí se finalizaron 35 de éstas en enero de este año, según información de la Agencia Nacional de Infraestructura, por lo que igual afectan a las cuentas de la construcción.
Más subsidios en un mes
Minvienda anunció que tiene la meta de entregar 75 mil subsidios de vivienda de este año, tras la aprobación de recursos por $1 billón, que se entregarán a partir del próximo mes pero que están recibiendo solicitudes por parte de los interesados, mientras que la adición presupuestal surte su trámite legal.
“El país pasó de un ritmo promedio de 33.000 subsidios entre 2018 y 2020, a 50.000 que se garantizarán anualmente entre 2023 y 2026. Este año se han asignado 18.172 subsidios por un valor de $554.271 millones, y se han solicitado 15.468 coberturas, 5.954 para VIP y 9.514 para VIS” detalla Minvivienda.
Camacol señaló que “la adición presupuestal que se inyecta recursos al programa ‘Mi casa ya’ representa un avance muy importante para ponerse al día en los pagos. Sin embargo, la mayor parte de esos recursos están comprometidos en la entrega de cerca de 57 mil viviendas ya terminadas (…) se requieren recursos adicionales enfocados en el inicio de nuevos proyectos, lo cual activará los encadenamientos productivos del sector y estimulará la generación de empleo en la construcción de edificaciones”.